Deja un comentario

Me dejas


Solía estar en tu mundo, rozar tu mano entre las sábanas. Escuchar tu latido en mi oreja mientras me apoyaba en tu pecho. Me dejas vacío y miles de silencios. Me dejas preguntas y desconcierto.

Mato la esperanza que me mantiene despierta por la noche. Y a pesar de no haber dormido, nunca despierto de un desasosiego continuo.

Duele nombrarte. Pensar en el futuro. Duele imaginarlo pues sin ti pierde mucho sentido.

Fuiste aire en una habitación cerrada. Y luz en tinieblas que me anudaban. Y ahora solo quedan mis lágrimas derramándose sin pausa. Esperando el momento en que acaricies mi cara. Beses suavemente mis labios y durmamos como cada noche, espalda contra espalda.

Me dejas aquí. Sintiendo que todo se acaba. Con mil planes que escribimos juntos y que ahora naufragan.

Me dejas sin consuelo. Sabes que esto no ha sido como otras veces. Y una pieza de este alma que es un puzle, aunque el alma no existe, ya no encaja.

Pieza perdida. Aquí queda una breve historia. Donde pintaste mi sonrisa y ahora se borra.

No quiero pensar que pueda volver a andar ese camino. Agarrada a tu mano sin importar destino.

Quizás de este mal sueño despierte y sienta tu calor afuerino.

Deja un comentario

Este sitio utiliza Akismet para reducir el spam. Conoce cómo se procesan los datos de tus comentarios.