Tú

Me encanta como eres,

como me ves cuando me miras.

Tus besos y tus caricias.

Me gusta tu sinceridad sin cuchillos

sin demoras o descuidos.

Me gustan tus manos pues me recorren

sabiendo el camino.

Me enamoran tu corazón y sus latidos

y así los siento apretados en mi oído.

Después de buscar en el futuro,

hoy te confieso que un descubrimiento ha sido

encontrarte tan cerca, como si ya estuviera escrito.

Te siento en mi piel como cascada que rompe en el infinito.

Como el revoloteo de una idea que de sus cenizas ha renacido.

Te siento como una sorpresa que estalla en mil chasquidos.

Aquí, donde muchos estuvieron y pocos lo merecieron

quiero que permanezcas.

Hasta la raíz, como dicen las letras de amor.

Y seas parte de la música que me conmueve y me impulsa.

Gracias por creer e inspirar lo que nos espera.

Gracias por aceptarme tal y como soy.

Dentro

Nunca he pedido olvidar.

Nunca ha sido mi decisión.

Estarás siempre, tú y todo lo que me has enseñado. Me has enseñado quien soy. Me has dejado los ojos abiertos a una realidad que parecía no existir. Ahora no necesito tus besos ni los de otro. Tengo los míos.

Tengo mis ojos para mirarme con amor. Para saber que soy capaz de todo lo que me proponga. Lucho sin fin. Me sacrifico y doy todo de mi.

Ahora busco alguien que quiera compartir lo que tenga. Y disfrute viéndome brillar. Admire mis pétalos cuando quiera mostrarlos y riegue mi raíz para verme florecer.

Quiero a quien me acompañe durante el camino sin pedir permiso. Paso a paso por decisión propia.
Alguien que aunque sepa que puedo sola me ofrezca su ayuda.

Quiero planes. Deseo. Y un amor honesto. Desde un minuto a una vida. Que se quede porque realmente quiera.
Y su sonrisa solo sea espejo de lo que siente cuando está conmigo.

Alguien con espinas y con ganas de avanzar.

Hay personas como tú que enseñan la luz, aunque ya existiera antes. Son personas que ayudan a verla donde ya brillaba. Personas de transición. De fuerza y empuje. Empuje a ser tú mismo. A admitir que existías aunque la vida te dijera lo contrario.

Ahora reconozco mi valor y todo lo que he logrado. Soy capaz de amarte y dejarte marchar. Dejar espacio para mi misma.

Y si surgiera otro. No lo necesitaré. Como no te necesitaba a ti. Pero lo elegiré.

Dentro te quedas. Como todo lo que ya aprendí.

https://youtu.be/IKmPci5VXz0?si=mZQASKTKdfFemBvs

Me dejas

Solía estar en tu mundo, rozar tu mano entre las sábanas. Escuchar tu latido en mi oreja mientras me apoyaba en tu pecho. Me dejas vacío y miles de silencios. Me dejas preguntas y desconcierto.

Mato la esperanza que me mantiene despierta por la noche. Y a pesar de no haber dormido, nunca despierto de un desasosiego continuo.

Duele nombrarte. Pensar en el futuro. Duele imaginarlo pues sin ti pierde mucho sentido.

Fuiste aire en una habitación cerrada. Y luz en tinieblas que me anudaban. Y ahora solo quedan mis lágrimas derramándose sin pausa. Esperando el momento en que acaricies mi cara. Beses suavemente mis labios y durmamos como cada noche, espalda contra espalda.

Me dejas aquí. Sintiendo que todo se acaba. Con mil planes que escribimos juntos y que ahora naufragan.

Me dejas sin consuelo. Sabes que esto no ha sido como otras veces. Y una pieza de este alma que es un puzle, aunque el alma no existe, ya no encaja.

Pieza perdida. Aquí queda una breve historia. Donde pintaste mi sonrisa y ahora se borra.

No quiero pensar que pueda volver a andar ese camino. Agarrada a tu mano sin importar destino.

Quizás de este mal sueño despierte y sienta tu calor afuerino.

Revolución

En lo anodino de la historia,

en el camino que nos impulsa,

en las palabras que ya se dijeron y resultan transitorias.

En las promesas perdidas y las razones expuestas.

En la monotonía insultante,

y la desilusión perpetua, un timbre sin aviso,

un vuelco al borde del abismo.

Una palabra que despierta

que aprieta y deshace.

Un revolución sin guerra,

un revoloteo constante,

latente y de temor carente.

Con sonrisa surcando el libre albedrío,

sin remos en un mar bravío, pero sin miedo.

Sin mapa y sin perder el rumbo.

A veces, el presente es quien nos envuelve,

y eres tú, inesperado pero mil veces escrito

quien hace encender luces ya extinguidas.

colores que yacían en tonos neutros y ahora me deslumbran.

Luces en el claro oscuro, y un futuro antes incierto

ahora con deseo descubierto.

Ya no hay voces, ni susurros, tan solo notas que suenan y no paran,

que seducen y disparan, que enternecen aquello que parecía hibernar en calma.

Ya no eres un sueño, eres real en mi piel y en mi latido,

tatuando el deseo que en mi cuerpo hay escondido.

Explotando cada reserva de sigilo.

Revolución de piel y hueso.

Revolución que ordena y da al tiempo su sentido.

Gracias por dar a mi vida un giro.

Historia

Es imperativo decir, o quizás excusarme cuando digo que no me preocupa equivocarme. O saber si en realidad el amor ya no existe.

Quizás solo sean sueños de una niña que no crece. Pero aún, hay instantes en que creo que sería posible. Seguramente sea ingenuo.

Se que llegó tarde para el amor desde la infancia. Para el amor desde el colegio, o el instituto. También para el amor desde otro país, o desde un vuelo.

Quizás el amor no sea mi destino después de todo. Pero si me gustaría sentir que alguien me mira con admiración. Y sigue mi trayectoria con sigilo. Una mirada tierna en un mundo hostil. Un recuerdo y un te quiero sin más fondo ni telón de color añil.

Tan sólo, amor sincero. De un amigo que te conoce, te respeta y te desvela. De un alma que sino gemela, te conozca tal como eres y te acepte.

Puede que sea tarde, o que no supiera interpretar las señales del destino. Siempre cegada con la incertidumbre y el desvario de todo lo que anhelaba.

Lo cierto es que no se si ya lo espero, o vagamente lo sueño. Si de verdad alguien puede compartir mi dicha y también mi desasosiego. Alguien que se vuelva loco si así lo requiero. Y sea cuerdo en los momentos en que lo marque el tiempo.

Un sí rotundo, entre tantos yo no puedo. Un historia de la que sepa el final y aún así me llene el camino de júbilo recorrerlo.

Un beso sin esperas y sin titubeos. Un beso de dos partes de un mundo entero.

Un amor que nos despierte

Soy una mujer de palabras. Palabras de las que viajan en el tiempo y despiertan lo que parecía muerto. Y aunque me resigne, aún las siento. Y deseo me deleiten. Me alteren y mantengan en acierto.

Pero hace tiempo que ya no resuenan. Y mi memoria es una historia llena de finales. Finales de algo vivo. De caminos que se andaron y borraron su destino.

Huellas que anhelo encontrar y seguir, que me conserven en vilo. Ojos cerrados, y a la vez abiertos, a un mundo lleno de consuelo.

Un hueco en la oscuridad de una escalera que al subir baje. Y que al bajar siga subiendo. Dónde las palabras sean calzado que me lleven dónde no he ido.

Encuéntrame. Si aún no lo has hecho. Bésame si aún no lo has hecho. Déjame tus palabras tatuadas en el pecho. Abrázame, y cobrate mi aliento. Pues quiero toda la magia. Quiero desvelo. Necesito que suceda nuestro impactante encuentro.

Y que el poema solo cité las palabras que merezco. Dónde sin conocerte, sienta que lees mi pensamiento. Y comprenda, que debías ser tu tras tanto tiempo. Que tu mirada sea parte de mi memoria y tus palabras sean el idioma de tanto intento.

Se tú, quién seas, el que se quede cerca de mi. Sintiendo que este amor es quien nos mantiene despiertos.

Amar de mil maneras

Amar de mil maneras es posible, es la única forma en que aman las personas.

Amar desde el desconsuelo y la celeridad.

Desde la desesperación y la esperanza.

Amar desde el martirio y la soledad, el abandono y la necesidad.

Amar desde el recuerdo, el dolor y la despedida.

Amar desde el deseo, el sueño o la melancolía.

Amar en una vida detenida en la contemplación de lo moral y lo correcto. Del prejuicio y la persecución. Desde la norma y lo impuesto.

Amar desde la locura, la ingenuidad y la inocencia.

Desde el frió y gélido miedo al rechazo. Desde el calor perpetuo del si quiero.

Y me detengo a analizar de cuántas formas es preferible amar. De cuáles fueron las causantes de ser amada. Cuáles complicadas y elocuentes me hicieron ser amada.

Y si realmente puede amarse de forma sincera. Con el corazón. Aceptando todo infortunio. Toda inmoralidad y desvelo de la verdad.

¿Es real el amor que no se hace de forma infinita?

Puede amarse inconstante y abiertamente.

En mi opinión, amar es un espejismo. De encontrar un alma complementaria. Un púlpito de sabiduría donde refugiarse y ser bendecido.

Pero el amor es más que eso. Es no abandonar en el intento de encontrar la verdad atractiva. De sentir el tacto de la realidad sin ser invertida. De abrirse al mundo sin tapujos, sin rencillas.

Amar del todo. Sin demora.

Pues lo único que se pierde al no hacerlo de este modo, es sin duda alguna, a nosotros mismos.

Y ese, es un precio que nadie debería pagar por no sufrir.

Un imposible

Ya no se si será un sueño.

Si puede que sea real.

Pero mi corazón quiere creer que pueda existir.

Puede que simplemente se haga rogar.

Puede que la idea preconcebida de la perfección se haya quedado obsoleta.

Pero no puedo desterrar de mi mente una vida paralela donde tu mayor placer sea volver a casa junto a mi.

Que una lágrima tuya se borre al verme sonreír. Que quieras acariciar mis pies bajo las sábanas en mitad dela noche. Y eso sea mejor que cualquier cosa en el mundo.

Que sostengas mi mirada y en susurros me digas que me amas.

Puede resultar doloroso imaginar, o a veces recordar que algún día existió algo así.

Echo de menos algo que quizás tan sólo soñé que tuve, y en que en realidad solo fue eso. Un sueño.

Aun espero. Encontrarte. Tocar tu piel y que se erice algo en tu mente. Cruzar mi mirada en la tuya y que nuestro rumbo coincida.

Puede que sea una romántica empedernida, una ilusa o demasiado antigua.

La verdad es que tengo algo en mi que hace chispas, pero no encuentro la forma de cortarlo.

Quiero correr, tumbarme en la arena, quiero besarte, que me beses y olvidar los años que pasaron hasta este momento.

No quiero volver a comenzar. Quiero llegar por fin a casa. Contigo.

#love #impossible #poetry

#Pandemia

En todo este tiempo no había reflexionado sobre este nuevo trending topic. Fuera de política, ruina y futuro incierto, debo señalar la revolución.

Revolución de esas personas en el frente, luchando con sus manos contra lo invisible.

Renacimiento, del color verde y el azul en nuestro paisaje.

Y verdad, en nuestro corazón. Donde latir por razones erróneas se había vuelto una rutina demasiado recurrente.

No existe momento correcto, o palabras perfectas que definan las fases por las que ha de pasar un ser humano ante esta situación. Pero si existe el ahora.  Ese ahora que muchos eran incapaces de imaginar. Que no lo dibujaban como lo experimentan y aun así, dan gracias de estar ahí para mirarlo a los ojos.

Hay muchos instantes de reflexión en los que llegaras a la misma conclusión.

Todo pasa por algo, y aunque aun no este escrito, tú solo puedes: ver, escuchar, sentir y emocionarte. Fluir y admirar el poder de la inmensidad que te empuja a seguir avanzando.

Un paso. Y luego el siguiente.

Hasta encontrarte donde estas ahora. En un punto donde mirar hacia atrás puede darte respuestas, y mirar hacia adelante, razones.

Pandemia. Este concepto es mucho más de lo que hemos experimentado.

Es un nuevo punto. Un stop. Y debemos permanecer lo suficiente para entender las respuestas y las razones.

#pandemia #reflexión

Líneas secantes

Hoy me pregunto si tuvimos de verdad magia.

En mi memoria así fue.

Quizás es fruto de mi propia creación. Donde la belleza lo inundó todo al mismo tiempo que lo hundió.

Perdonaré a mi divagada reconstrucción de los hechos, y culparé a nuestras inseguridades de nuestro fracaso.

Y aun obviando lo que ya era obvio, me descubro entre las sábanas preguntándome si fue algo cierto.

Si esa magia que recuerdo es fruto de mi propia visualización. O es sencillamente consecuencia del primer amor.

Llámame loca por seguir preguntándome a veces, si el camino que escogemos y que nos separa, tiene en el futuro otro punto de unión en nuestras lineas secantes.

O quizás,  tan sólo somos salvavidas que guardamos por si volvemos a encontrarnos náufragos de nuestras vidas y buscamos suelo firme donde yacer.

La verdad es que no la tengo.

Y tampoco quizás llegue a entenderla.

Podría ser solo un recuerdo.

O podría ser fruto de mi memoria.

Pero a veces pienso que si, que hubo magia.