Hoy me pregunto si tuvimos de verdad magia.
En mi memoria así fue.
Quizás es fruto de mi propia creación. Donde la belleza lo inundó todo al mismo tiempo que lo hundió.
Perdonaré a mi divagada reconstrucción de los hechos, y culparé a nuestras inseguridades de nuestro fracaso.
Y aun obviando lo que ya era obvio, me descubro entre las sábanas preguntándome si fue algo cierto.
Si esa magia que recuerdo es fruto de mi propia visualización. O es sencillamente consecuencia del primer amor.
Llámame loca por seguir preguntándome a veces, si el camino que escogemos y que nos separa, tiene en el futuro otro punto de unión en nuestras lineas secantes.
O quizás, tan sólo somos salvavidas que guardamos por si volvemos a encontrarnos náufragos de nuestras vidas y buscamos suelo firme donde yacer.
La verdad es que no la tengo.
Y tampoco quizás llegue a entenderla.
Podría ser solo un recuerdo.
O podría ser fruto de mi memoria.
Pero a veces pienso que si, que hubo magia.
Ereiden 